Punto final, no punto y final

    La expresión punto final, por analogía al punto con el que se termina un texto, se escribe sin la conjunción coordinante y.

    En los medios de comunicación es habitual encontrarse con frases como «Hilary Duff pone punto y final a su matrimonio», «La Unión Europea impone el punto y final al tema de la pesca sostenible» o «Vergara le pone el punto y final a la venta del Chivas».

    La Ortografía de la lengua española establece que el nombre del punto que cierra un texto se denomina punto final, y establece que no es correcta la forma *punto y final, creada por analogía de las correctas punto y seguidopunto y aparte.

    Por esa razón, la forma adecuada de escribir esta expresión es punto final, que el Diccionario de la lengua española define como ‘hecho o palabras con que se da por terminado un asunto, una discusión, etc.’.

    Por tanto, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «Hilary Duff pone punto final a su matrimonio», «La Unión Europea impone el punto final al tema de la pesca sostenible» y «Vergara le pone el punto final a la venta del Chivas».

Los miles de personas, no las miles de personas

    El sustantivo mil es masculino, por lo que lo adecuado es que el artículo que lo acompaña concuerde en número y género; así, se escribe los miles de personas y no *las miles de personas.

    Sin embargo, es habitual encontrar estos errores de concordancia en los medios de comunicación en frases como «El fervor plasmado por las miles de personas que participaron de la misa del papa en México» o «Es una de las miles de personas que aún tiene latente la tragedia del 2010 en Chile».

    Ya que el sustantivo mil es masculino, y por tanto, también su plural miles, al igual que otros numerales como centenarmillarmillón que también son masculinos, lo apropiado es que el artículo que los acompaña concuerde en género y número con el numeral, no con la locución preposicional. En consonancia, así como se dice el millón de personas, y no *la millón de personas, se dice los miles de personas, no *las miles de personas.

    Por tanto, en los ejemplos anteriores, habría sido preferible escribir «El fervor plasmado por los miles de personas que participaron de la misa del papa en México» y «Es una de los miles de personas que aún tiene latente la tragedia del 2010 en Chile».

Video de la Fundéu BBVA

En pos de no es en pro de

    La expresión en pos de significa ‘tras’, por lo que resulta inapropiado su uso en lugar de en pro de, que significa ‘en favor de’.

    Ocasionalmente, en los medios de comunicación, aparece utilizado inapropiadamente como en las frases «El presidente boliviano prosigue acciones en pos del deporte», «La asociación mostró sus originales iniciativas en pos del libro y la lectura» o «Se invitará a las mujeres a alzar su voz en pos de la causa».

    El Diccionario de la lengua española remite el significado de la expresión en pos de como ‘tras’, que a su vez significa ‘después de’, ‘a continuación de’, ‘en busca de’ y ‘en seguimiento de’; mientras que la expresión en pro de remite al significado de ‘en favor de‘, que significa a su vez ‘en beneficio de alguien o algo’.

    Por ello, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «El presidente boliviano prosigue acciones en pro del deporte», «La asociación mostró sus originales iniciativas en pro del libro y la lectura» y «Se invitará a las mujeres a alzar su voz en pro de la causa». Además, también puede utilizarse la expresión de su significado y haber escrito «Se invitará a las mujeres a alzar su voz en favor de la causa».

Tecnología ponible, mejor que wearable technology

    Es preferible tecnología ponible que la denominación inglesa wearable technology o la fórmula mixta tecnología wearable.

    En las noticias son cada vez más frecuentes informaciones como «Impresión 3D, televisión 4K y tecnología ‘wearable’, entre las tendencias para el 2014» y «La tecnología wearable llega a la natación».

    Sin embargo, para referirse a la tecnología que incorporan estos dispositivos, prendas y complementos lo más adecuado es recurrir al adjetivo ponible, formación regular del verbo poner, que alude al hecho de que estos objetos tecnológicos se pueden llevar puestos.

    Así, en las frases anteriores, habría sido preferible «Impresión 3D, televisión 4K y tecnología ponible, entre las tendencias para el 2014» y «La tecnología ponible llega a la natación».

    Además, cuando se quiere aludir a cada prenda o complemento concreto, y no al tipo de tecnología que incorporan, se puede recurrir al prefijo tecno- y a los adjetivos tecnológicointeligente.

    Así, puede encontrarse en los medios frases como «Tecnochaqueta con cargador solar», «Otra compañía se sumó a la lista de empresas que presentó sus pulseras tecnológicas» e «Investigadores desarrollan unas gafas inteligentes que sustituyen a los lazarillos de los ciegos».

    Su pronunciación es [ˈwɛrəbəl tɛkˈnɑlədʒi], mientras que su aproximación a la fonética del español es /uérabol teknóloyi/.

Juego limpio, mejor que fair play

    Juego limpiodeportividad son alternativas a la expresión inglesa fair play en el ámbito del deporte.

    A menudo, en los medios de comunicación utilizan esta expresión inglesa: «La clase, la elegancia y el ‘fair play’ de un atleta español llamado Iván Fernández», «La directiva azulgrana hizo gala de su ‘fair play’ felicitando a Cristiano Ronaldo» o «Los mandatarios del club de La Rosaleda consideran una injusticia que la UEFA utilizara al Málaga de chivo expiatorio en el ‘fair play’ financiero».

    El Diccionario panhispánico de dudas indica la existencia de la expresión juego limpio, definida como ‘conducta honrada de una competición o juego’, que hace innecesaria la expresión inglesa fair play.

    Asimismo, puede hablarse de deportividad para referirse a la actitud cortés o a la conducta correcta y elegante que muestran no solo los deportistas (por ejemplo, al echar fuera el balón cuando un rival se lesiona), sino cualquier persona, en muy diversos ámbitos y situaciones, como ocurre con el líder político que felicita al ganador de unas elecciones.

    Por tanto, en los ejemplos anteriores habría sido más adecuado escribir «La clase, la elegancia y el juego limpio de un atleta español llamado Iván Fernández», «La directiva azulgrana hizo gala de su deportividad felicitando a Cristiano Ronaldo» y «Los mandatarios del club de La Rosaleda consideran una injusticia que la UEFA utilizara al Málaga de chivo expiatorio en el juego limpio financiero».

    Su pronunciación es [fɛr pleɪ], mientras que su aproximación a la fonética española es /fer pléi/