Los signos diacríticos

ortografia-de-la-lengua-espanola-real-academia-espanola-8828-MLM20009106026_112013-F    Puesto que la mayúscula y la minúscula son únicamente distintas realizaciones de un mismo grafema, no existe motivo alguno por el que las palabras escritas en mayúsculas deban recibir distinto tratamiento en lo que al uso de la tilde o la diéresis se refiere. Las reglas de aplicación de ambos diacríticos rigen para todas las palabras, con independencia de la forma en que estén escritas.

    Así pues, el empleo de la mayúscula no exime de poner la tilde cuando así lo exijan las reglas de acentuación gráfica: CÓRDOBA, Álvaro. Del mismo modo, las letras mayúsculas se escribirán con diéresis si así les corresponde: ANTIGÜEDAD, PINGÜINO. Estas normas son igualmente aplicables a los textos escritos en versalita.

    Solo las siglas escritas íntegramente en mayúsculas no llevan nunca tilde, ni siquiera cuando la letra en la que recae el acento prosódico de la sigla es la inicial de una palabra que se acentúa gráficamente en la expresión desarrollada. Así, se escribe CIA (y no*CÍA), sigla del inglés Central Intelligence Agency; ENAF (y no *ENÁF), sigla de Escuela Nacional de Árbitros de Fútbol.

    Hay que advertir, no obstante, que los acrónimos lexicalizados, esto es, las siglas que, por su carácter pronunciable, se han incorporado el léxico general como nombres comunes o propios, se someten, como cualquier otra palabra, a las reglas de acentuación gráfica; por lo tanto, llevarán tilde cuando les corresponda, tanto si se escriben en minúsculas como si aparecen enteramente en mayúsculas: Intermón, INTERMÓN (nombre de una organización no gubernamental para el desarrollo, de origen catalán, acrónimo de inter[dependiente] + món ‘mundo’, en catalán); módem, MÓDEM (‘aparato que convierte las señales digitales en analógicas y viceversa’, acrónimo del inglés mo[dulation] + dem[odulation]); euríbor, EURÍBOR (‘tipo europeo de oferta interbancaria’, acrónimo del inglés eur[opean] i[nter]b[ank] o[ffered] r[ate]).

    Como es natural, al haber abandonado su condición original de sigla, se regirán por las normas generales de uso de mayúsculas y minúsculas, es decir, solo se escribirán enteramente en mayúsculas por las mismas razones que el resto de palabras.

La letra versalita

2czugx0    Existe una clase de letra denominada versalita (diminutivo de versal, nombre que se da también a la letra mayúscula), que constituye una variante tipográfica de carácter híbrido, caracterizada por presentar la misma forma que la mayúscula con una altura similar a la de la minúscula. A pesar de su apariencia, la versalita es una variante estilística de la letra minúscula, por lo que, al utilizar la versalita, debe mantenerse la mayúscula inicial en aquellas palabras que la requieran: Capítulo II. El gaucho Miguel.

    En la actualidad, su función primordial es resaltar palabras o elementos del texto, bien con finalidad meramente estética, bien para resaltar o hacer más visible el término o fragmento al que se aplica, como sucede con el nombre de los autores en las bibliografías o con los nombres de los personajes de las obras teatrales.

Los dígrafos ch, gu, llqu

BkwGw1vCYAA6Zch    Si los dígrafos ch, gu, ll y qu, signos formados por dos letras, se emplean en mayúscula al inicio de una palabra escrita con minúsculas, solo adopta forma mayúscula el primero de sus componentes: China, Guinea, Llobregat, Quito; pero si los dígrafos forman parte de una palabra escrita enteramente en mayúsculas, deben ir en mayúscula sus dos componentes: CHINA, GUINEA, LLOBREGAT, QUITO.

    Cuando los dígrafos forman parte de una sigla, solo se escribe en mayúscula la primera de sus letras, ya que de este modo es posible identificar el dígrafo como unidad gráfica, y no como la secuencia de dos letras independientes, iniciales de dos palabras distintas: PCCh (Partido Cominista de China) frente a CDCH (Centro de Desarrollo Científico y Humanístico).

Las letras ij

27142392-estilo-medieval-las-letras-del-alfabeto-ingles-i-y-j-mono-y-color    La mayúscula de las letras i y j carece del punto sobrescrito característico de su forma minúscula: Inés, Javier, HIJO. Dado que la forma de estas letras ya está predefinida en las fuentes tipográficas y mecanográficas, esta consideración debe tenerse en cuenta sobre todo en la escritura a mano.

    No obstante, es habitual que muchas personas, al escribir a mano enteramente en mayúsculas, pongan un punto sobre la i cuando esta es un simple trazo vertical con el fin de facilitar la legibilidad del texto, práctica que no se considera censurable.