Coger o tomar una curva, no negociarla

    La expresión negociar una curva es un calco inadecuado en español que puede sustituirse por coger o tomar una curva.

    En informaciones relacionadas con el motociclismo, ciclismo y automovilismo es habitual encontrarse con frases como «El ciclista colombiano negoció el primer lugar en la curva última», «En la imagen, Pedrosa negocia una curva en el circuito de Laguna Seca» o «Los dos pilotos se la jugaron cuando negociaban las últimas curvas del circuito».

    Negociar una curva es una traducción literal del inglés to negotiate a bend/curve o del francés négocier un virage para indicar que el vehículo, motocicleta o bicicleta está por llegar a un tramo curvo del circuito. El Diccionario de la lengua española recoge la locución coger o tomar una curva para referirse que ‘pasa de un tramo recto del camino o carretera a un tramo curvo’.

    La utilización de cada verbo varía según la zona; así, tomar una curva es la empleada en Hispanoamérica debido a que coger tiene connotaciones vulgares, mientras que en España lo natural es decir coger una curva, siendo ambas válidas para sustituir al anglicismo y galicismo.

    Por tanto, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «El ciclista colombiano tomó el primer lugar en la curva última», «En la imagen, Pedrosa toma una curva en el circuito de Laguna Seca» y «Los dos pilotos se la jugaron cuando cogían las últimas curvas del circuito».

Evitar o impedir que no, usos inadecuados

    Los verbos evitar e impedir incluyen en su significado la intención de que algo no suceda, por lo que no deben ir seguidos de una negación (evitar/impedir que no).

    En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como «¿Cómo podemos evitar que no haya muertes gazatíes?», «Colocan láminas, lonas y telas para evitar que no se filtre el agua» o «Hay que estabilizar la tasa de paro, impedir que no crezca más».

    Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «¿Cómo podemos evitar que haya muertes gazatíes?», «Colocan láminas, lonas y telas para evitar que se filtre el agua» y «Hay que estabilizar la tasa de paro, impedir que crezca más».

    Además, si se prefiere mantener el término no, es necesario cambiar los verbos e, incluso, eliminarlos: «¿Cómo podemos lograr que no haya muertes gazatíes?», «Colocan láminas, lonas y telas para que no se filtre el agua» y «Hay que estabilizar la tasa de paro, conseguir que no crezca más».

Números rojos sin resalte tipográfico

    La expresión números rojos, que significa ‘saldo negativo en una cuenta bancaria o en la contabilidad de una empresa’, no necesita resalte tipográfico.

    En los medios de comuniciación es frecuente encontrar frases como «Los ‘números rojos’ también ganan el pulso en el parqué estadounidense», «Las grandes Bolsas europeas inician la semana con ‘números rojos’» o «Grecia y China ponen los números rojos al IBEX 35».

    El empleo de esta expresión para referirse a los saldos negativos está asentado en el uso y recogido en los principales diccionarios como el Diccionario de la lengua española y el Clave, por lo que no necesita resalte tipográfico.

    Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «Los números rojos también ganan el pulso en el parqué estadounidense», «Las grandes Bolsas europeas inician la semana con números rojos» y «Grecia y China ponen los números rojos al IBEX 35».

Boletín, mejor que newsletter

    El término boletín es preferible al anglicismo newsletter para aludir en español a la ‘publicación destinada a tratar asuntos científicos, artísticos, históricos o literarios, generalmente publicada por alguna corporación’, de acuerdo con la definición dada por el Diccionario de la lengua española.

    En los medios de comunicación es frecuente encontrar frases como «Suscríbete a nuestra newsletter», «La newsletter es un excelente medio para fidelizar a tus clientes» o «Rellena el formulario y recibe cada mes la newsletter».

    En el diccionario Clave se remite al término boletín como traducción de newsletter. También existe, según el contexto, otras alternativas más específicas como boletín informativoboletín electrónicoboletín digital.

    Por ello, habría sido preferible escribir «Suscríbete a nuestro boletín», «El boletín informativo es un excelente medio para fidelizar a tus clientes» y «Rellena el formulario y recibe cada mes el boletín electrónico».

    En el caso de utilizar de todas formas el término newsletter, lo adecuado es escribirlo con resalte tipográfico. Su pronunciación es /niusléter/.

Nocaut, adaptación de knockout

    El término nocaut es válido para aludir a un ‘golpe que deja fuera de combate’ como a la ‘derrota por fuera de combate’, tal como lo recoge el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española, y utilizarla preferiblemente al anglicismo knockout.

    En las noticias relacionadas con el púgil Óscar González aparece ocasionalmente el anglicismo como en «El boxeador mexicano Óscar González, más conocido como el Fantasma, se encuentra entre la vida y la muerte tras un knockout».

    El término ya españolizado figura en el Diccionario de la lengua española, en el Diccionario de americanismos, en el diccionario Clave, etc., por lo que es recomendable utilizar este en sustitución del anglicismo. En consecuencia con lo anterior, habría sido preferible escribir «El boxeador mexicano Óscar González, más conocido como el Fantasma, se encuentra entre la vida y la muerte tras un nocaut».

    Además, a partir de to knock out se ha formado el verbo noquear, que en boxeo significa ‘dejar al adversario fuera de combate’ y que en la lengua general tiene los significados de ‘dejar sin sentido a alguien con un golpe’ y ‘derrotar, imponerse sobre alguien rápida o notablemente’. El sustantivo derivado noqueo también es válido.

    Dado que nocaut es una palabra aguda terminada en consonante distinta de –n y –s, se escribe sin tilde. Su plural es nocauts, que también se escribe sin tilde por terminar en grupo consonántico.