Penalti, mejor que penalty

maxresdefault (1)    Penalti es la adaptación gráfica de penalty, definida en español como ‘máxima sanción en el fútbol y otros deportes que se aplica a ciertas faltas del juego cometidas por un equipo dentro de su área’ según el DLE.

    Sin embargo, en los medios de comunicación pueden encontrarse frases como «¡Chile es el bicampeón de la Copa América venciendo a Argentina en penalties!» (El Comercio [Perú] 26.6.2016) o «Lionel Messi falla su penalty y Argentina lo paga caro» (La República [Perú] 26.6.2016).

    En el español, la letra y no funciona como vocal, sino solo como consonante, aunque en ciertos casos toma el fonema vocálico /i/. Esto muestra que la grafía con y es ajena a nuestra lengua, por lo que la variante con i es la recomendable.

    No obstante, la variante con y procede del inglés, lengua en la que la sílaba tónica es la primera, razón por la cual es extendido el uso con pronunciación esdrújula, especialmente en los países hispanoamericanos. De tal forma, es admitida ambas pronunciaciones: /pe.nál.ti/ y /pé.nal.ti/. Cabe recalcar que en su pronunciación esdrújula, esta lleva tilde: pénalti.

    Sin embargo, según el Diccionario de americanismos, la variante esdrújula pénalti no solo hace referencia a la sanción, sino a la ejecución de la misma. En base a esto, pueden crearse estructuras como «Messi falla su pénalti (ejecución de la sanción)», ya que una sanción no puede fallarse. En otras palabras, un penalti (sanción) trae consigo un pénalti (ejecución), pero no al revés.

    Asimismo, en Hispanoamérica se usa también el término agudo penal, que también hace alusión a la sanción y a la ejecución. Este procede del apócope de penalti. Debe evitarse pronunciarla de forma llana (/pé.nal/).

    Por tanto, debe evitarse el uso innecesario del anglicismo penalty, incluyendo su plural penalties. Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «¡Chile es el bicampeón de la Copa América venciendo a Argentina en penaltis!» y «Lionel Messi falla su pénalti y Argentina lo paga caro».

    Como variante estilística puede usarse la expresión pena máxima. Los plurales son penaltispénaltispenalespenas máximas.

Palabras procedentes de siglas

    Las siglas (tipo de abreviación formada por las iniciales de los términos que conforman una expresión pluriverbal) gozan de un uso muy extendido por reducir a una sola pieza léxica expresiones complejas cuando se necesita recurrentemente referirse a ellas. Esto permite ahorrar tiempo y esfuerzo, tanto en la lengua hablada como en la escrita; así, puede remplazarse BCE por Banco Central Europeo.

    En la mayoría de los casos, las secuencias de siglas (nombre que reciben las letras iniciales de cada término de la expresión pluriverbal) presentan una secuencia impronunciable silábicamente, por lo que se recurre al deletreo de los grafemas: FBI (se lee [éfe.bé.í]) y GPS (se lee [jé.pé.ése]). Hay, además, otros casos donde la sigla presenta segmentos pronunciables por sílabas y otras por deletreo: PSOE (se lee [pé.sóe]).

    Asimismo, las siglas que pueden leerse enteramente por sílabas, son catalogadas como acrónimos: ONU (se lee [ó.nu]) y OMS (se lee [óms]). Sin embargo, si se leen deletreando, deben considerarse siglas, no acrónimos: OMS (leyendo [ó.éme.ése]).

    Aunque, generalmente, las siglas corresponden a denominaciones de referente único, no obstante, existen expresiones nominales comunes que pueden aplicarse a varios referentes. Eso significa que las siglas pluralizan de forma normal; así, el plural de GPS (Global Positioning System, del inglés ‘sistema de posicionamiento global’), estaría dado por el plural de su forma desarrollada, es decir, por Global Positioning Systems (sistemas de posicionamiento global), que forma, de la misma manera, la sigla GPS. Por tanto, en español, las siglas pluralizan sin añadir nada a la sigla, por lo que es incorrecto escribir: GPSs* o GPS’s*.

    Sin embargo, en la lengua hablada sí puede agregarse el fonema /s/ para marcar el plural: GPS (se lee para el plural [jé.pé.éses]).

    En la actualidad, el uso generalizado y frecuente de ciertas siglas que se leen por deletreo o combinado se han trasladado al léxico, dando lugar a nuevas palabras, que están sujetas a las normas de ortografía del español. A continuación se presenta una lista de un par de siglas incorporadas al léxico:

  • oenegé. ‘Organización que trabaja en ayuda de las personas desfavorecidas o sin recursos económicos, que no tiene ánimo de lucro y que no depende de ningún Gobierno’. Procede de la sigla ONG, es un término femenino y su plural es oenegés: Las principales oenegés reclaman mayores ayudas económicas.
  • pecé. ‘Ordenador diseñado para uso individual’. Procede de la sigla PC, es un término común en cuanto al género y su plural es pecés.
  • cedé. ‘Disco compacto en el que se graba y reproduce por medio de un rayo láser’. Procede de la sigla CD, es un término masculino y su plural es cedés: El sonido de un cedé es de gran calidad.
  • cederrón. Es un sinónimo de cedé que procede de la sigla CD-ROM. Es un término masculino y su plural es cederrones.
  • elepé. ‘Disco de larga duración’. Procede de la sigla LP, es un término masculino y su plural es elepés: Han sacado la banda de la película en elepé y casete.
  • dedeté. ‘Sustancia tóxica que se usa como insecticida’. Procede de la sigla DDT, es un término masculino y su plural es dedetés.

La previa, muletilla cansina

    La previa, tanto como sustantivo, como adjetivo sustantivado, es adecuado para indicar que algo sucede o se realiza antes de otra, generalmente con motivos preparativos.

    En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como «Copa América: la previa, los pronósticos y las apuestas de Argentina contra Colombia» (Marca.com [Esp.] 25.6.2015), «Previa de Bielorrusia contra España» (Lainformación.com [Esp.] 27.6.2015) o «Perú vs. Chile: memes de la previa del partido por semifinales de la Copa América» (Trome [Perú] 26.6.2015).

    Según el Diccionario de la lengua española, el adjetivo previa (o previo) significa ‘anticipado, que va delante o que sucede primero’; así, se pueden construir expresiones como notarueda de prensajornadafasedíaprevio/via. Mientras tanto, el Diccionario de americanismos lo recoge como sustantivo femenino (la previa) y, para el ámbito deportivo, lo define como ‘acontecimientos anteriores a un partido o competencia (|| prueba deportiva)’.

    Asimismo, el adjetivo también puede sustantivarse haciendo omisión del sustantivo al que acompaña; así, la previa puede interpretarse como la (nota/rueda de prensa/jornada/fase) previael previo como el (día) previo. Sin embargo, para evitar confusiones, es necesario que se haga consabido el sustantivo que sustituye.

    En los ejemplos anteriores se hace un tanto difícil entender el posible significado de la previa por ser titulares, es decir, carecen de contexto que lo especifique; no obstante, es abrumador el uso de este término en las mismas circunstancias; por lo que resulta necesario no abusar de él y utilizarlo, principalmente, con el significado del sustantivo, aunque no es erróneo sustantivarlo.

    Así, pudiera escribirse «Copa América: los acontecimientos previos, los pronósticos y las apuestas de Argentina contra Colombia», «La nota previa de Bielorrusia contra España» y «Perú vs. Chile: memes de la previa por semifinales de la Copa América» —en este último ejemplo, si se interpreta el uso de la previa como sustantivo, es una redundancia que vaya seguido de la locución preposicional del partido, pues, en la misma definición está especificado que se trata de los acontecimientos anteriores a un partido—.

Expansión cuantitativa, mejor que quantitative easing

    Expansión cuantitativa es una alternativa a la expresión inglesa quantitative easing, que alude a la política monetaria de los bancos centrales que aumentan la oferta de dinero, con el que compran activos financieros, especialmente deuda pública del propio Estado.

    En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como «El QE y el posible aumento de tipos en los EE. UU. llevan al euro al mínimo en los últimos doce años» (Expansión.com [Esp.] 10.3.2015), «El BCE estrena su Quantitative Easing comprando deuda pública por un valor de 3200 millones» (El Economista [Esp.] 10.3.2015) o «Quantitative Easing: qué es, para qué sirve y cuáles son sus riesgos» (El País [Esp.] 22.1.2015).

    Para referirse a esta política, el Fondo Monetario Internacional emplea en sus textos en español la expresión expansión cuantitativa y, en menor medida, flexibilización cuantitativa, por lo que resulta recomendable emplear estas formas como alternativas, inclinándose más por la primera por ser la más extendida. Además, no está justificada la mayúscula inicial por no ser un nombre propio.

    Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «El BCE estrena su expansión cuantitativa comprando deuda pública por un valor de 3200 millones» y «Expansión cuantitativa: qué es, para qué sirve y cuáles son sus riesgos».

    En sintonía, asimismo, se recomienda emplear la sigla española EC en sustitución de la inglesa QE. Por tanto, debió escribirse «La EC y el posible aumento de tipos en los EE. UU. llevan al euro al mínimo en los últimos doce años».

Capa de ozono, en minúsculas

    La expresión capa de ozono se escribe íntegramente en minúsculas, excepto, si está condicionada por la puntuación o si forma parte de la denominación de una entidad.

    Ocasionalmente, en los medios de comunicación aparece esta expresión escrita con mayúsculas iniciales, como en las frases «Lucha contra el tiempo para cerrar el agujero en la Capa de Ozono», «Joe Farman, el científico que supo ver el agujero en la capa de Ozono» o «Disminuye el agujero de la Capa de ozono en la Antártida».

    La capa de ozono es una expresión descriptiva de un área de la atmósfera denominada en textos especializados como ozonosfera, definida por el Diccionario de la lengua española como ‘estrato donde se concentra el ozono atmosférico, de espesor variable y situado entre diez y cincuenta kilómetros de altura, que es de gran importancia biológica porque atenúa los efectos de la radiación ultravioleta’.

    También puede emplearse la forma esdrújula ozonósfera, que resulta igualmente válida.

    Otra expresión relacionada con la ozonosfera y los agujeros en esta, producidos por los clorofluorcarbonos (CFC), es agujero de ozono, que refiere directamente a la ‘región de la atmósfera en la que se produce una disminución en la concentración de ozono, más pronunciada en la Antártida’.

    Además, el término ozono (O3) se escribe con minúscula inicial como todas las sustancias químicas, como sucede con agua, metano, amoniaco/amoníaco, etc.

    Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «Lucha contra el tiempo para cerrar el agujero en la capa de ozono», «Joe Farman, el científico que supo ver el agujero en la ozonosfera» y «Disminuye el agujero de ozono en la Antártida».