Acción real, mejor que live action

La expresión acción real es una alternativa apropiada en el español para sustituir el anglicismo live-action.

En los medios de comunicación se utiliza con mucha frecuencia el anglicismo como en: «No, «One Piece» no es el mejor live-action de anime que ha estrenado Netflix este 2023» (Fotogramas [9.9.2023] Esp.), «Segunda temporada del live-action de One Piece cubrirá estos seis arcos del anime en una producción sin precedentes» (3D Juegos Latam [10.9.2023] Hispam.) o «Live-action de «One Piece»: ¿cuántas temporadas necesitaría Netflix para adaptar todo el anime?» (MAG [11.9.2023] Perú).

El anglicismo live-action se utiliza para referirse ‘(en obras cinematográficas) películas que utilizan personas o animales reales en lugar de dibujos, animaciones o modelos computarizados’, como lo indican los diccionarios Merriam-Webster, Cambrigde u Oxford. Para expresar este concepto en el español es posible usar la expresión acción real que, tal como lo indica la RAE. Igualmente, con ese sentido se vienen utilizando términos imágenes reales o acción en vivo, que tb. pueden considerarse válidas en función del contexto.

Por tanto, en los ejemplos citados se pudo haber sustituido el anglicismo dejando sus encabezados como «No, One Piece no es el mejor anime de acción real que ha estrenado Netflix este 2023», «Segunda temporada a imágenes reales de One Piece cubrirá estos seis arcos del anime en una producción sin precedentes» y «Acción en vivo de One Piece: ¿cuántas temporadas necesitaría Netflix para adaptar todo el anime?».

Si por alguna razón se prefiere el uso del anglicismo, conviene recordar que lo apropiado es escribirlo en 1. cursiva en textos digitales cuando el texto ppal. está en redonda o 2. viceversa, y en textos manuscritos 3. entre comillas:

  1. No, One Piece no es el mejor anime live-action que ha estrenado Netflix este 2023.
  2. Segunda temporada del live-action de One Piece cubrirá estos seis arcos del anime en una producción sin precedentes.
  3. «Live-action» de One Piece: ¿cuántas temporadas necesitaría Netflix para adaptar todo el anime?

Libra, en minúscula

Facebook-revela-a-Libra-y-Calibra-su-nueva-criptomoneda-y-subsidiaria-de-servicios-financieros    El término libra, en minúscula, es el apropiado para designar a la nueva criptomoneda creada por Facebook.

    En los medios de comunicación encontramos frases como «La Cámara de Representantes de los EE. UU. celebrará una audiencia sobre la Libra de Facebook en julio» (Cointelegraph [24.6.19] EE. UU.), «Por otra parte, la Libra fue concebida como una criptomoneda estable» (La Nación [25.6.19] Arg.) o «¿Cómo es la Libra, la criptomoneda de Facebook? (¿Y qué preocupaciones genera?)» (BBC [18.6.19] R. U.).

    Tal como lo señala la Ortografía de la Lengua Española, los nombres de las monedas (bitcóin, dólar) se escriben siempre con minúscula y son sustantivos comunes, por lo que no necesitan ningún tipo de resalte tipográfico.

    Dado que el nombre que se ha dado a esta nueva moneda coincide con el que tienen en español las de Egipto, Líbano, Siria, Irlanda y hasta el Reino Unido, conviene especificar, según el contexto, que se trata de la libra puesta en marcha por la red social, es decir, la libra de Facebook.

    Como es notorio, el término es fémenino (la libra de Facebook) y forma su plural como es lo habitual, agregando una -s final  (las libras de Facebook).

    Por el momento, su símbolo es el signo no alfabetizable compuesto por tres virgulillas puestas una sobre otra () para facilitar su escritura combinada con números, mas no cuenta con un trilítero de carácter internacional establecido por la norma ISO 4217, como las demás monedas (USD para el dólar estadounidense).

    Cabe recalcar que en español, los símbolos se escriben pospuestos a la cifra que acompañan con espacio de no separación (125 ≋). El espacio de no separación consiste en no separar en renglones diferentes el símbolo de la cifra a la que acompaña (*125 / ≋). Además, si la escritura de una cifra exige usar cuatro o más palabras o si están compuestos de enteros y decimales, es preferible usar números y símbolos (32 423 ≋, 0,5 M≋). En este último caso, también puede alternarse el uso de números con las monedas desarrolladas en letras (0,5 millones de libras de Facebook).

    En cambio, si la escritura exige usar menos de cuatro palabras, es preferible desarrollar las cifras en letras, al igual que las monedas (dos millones de libras de Facebook), salvo, que dentro del mismo enunciado se haya mencionado una cifra en números: Se pretende que para mediados del 2020 esté en circulación más de 2 M≋ en Facebook, Messenger y Whatsapp.

    Por tanto, en los ejemplos mencionados habría sido preferible escribir «La Cámara de Representantes de los EE. UU. celebrará una audiencia sobre la libra de Facebook en julio», «Por otra parte, la libra fue concebida como una criptomoneda estable» y «¿Cómo es la libra, la criptomoneda de Facebook? (¿Y qué preocupaciones genera?)».

La previa, muletilla cansina

    La previa, tanto como sustantivo, como adjetivo sustantivado, es adecuado para indicar que algo sucede o se realiza antes de otra, generalmente con motivos preparativos.

    En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como «Copa América: la previa, los pronósticos y las apuestas de Argentina contra Colombia» (Marca.com [Esp.] 25.6.2015), «Previa de Bielorrusia contra España» (Lainformación.com [Esp.] 27.6.2015) o «Perú vs. Chile: memes de la previa del partido por semifinales de la Copa América» (Trome [Perú] 26.6.2015).

    Según el Diccionario de la lengua española, el adjetivo previa (o previo) significa ‘anticipado, que va delante o que sucede primero’; así, se pueden construir expresiones como notarueda de prensajornadafasedíaprevio/via. Mientras tanto, el Diccionario de americanismos lo recoge como sustantivo femenino (la previa) y, para el ámbito deportivo, lo define como ‘acontecimientos anteriores a un partido o competencia (|| prueba deportiva)’.

    Asimismo, el adjetivo también puede sustantivarse haciendo omisión del sustantivo al que acompaña; así, la previa puede interpretarse como la (nota/rueda de prensa/jornada/fase) previael previo como el (día) previo. Sin embargo, para evitar confusiones, es necesario que se haga consabido el sustantivo que sustituye.

    En los ejemplos anteriores se hace un tanto difícil entender el posible significado de la previa por ser titulares, es decir, carecen de contexto que lo especifique; no obstante, es abrumador el uso de este término en las mismas circunstancias; por lo que resulta necesario no abusar de él y utilizarlo, principalmente, con el significado del sustantivo, aunque no es erróneo sustantivarlo.

    Así, pudiera escribirse «Copa América: los acontecimientos previos, los pronósticos y las apuestas de Argentina contra Colombia», «La nota previa de Bielorrusia contra España» y «Perú vs. Chile: memes de la previa por semifinales de la Copa América» —en este último ejemplo, si se interpreta el uso de la previa como sustantivo, es una redundancia que vaya seguido de la locución preposicional del partido, pues, en la misma definición está especificado que se trata de los acontecimientos anteriores a un partido—.

La presidenta, mejor que la presidente

    El término presidenta es la forma válida y preferible para referirse a las mujeres que ostentan ese cargo.

    En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como «Según Aníbal, la presidente monitorea todos los días la posibilidad de modificar ganancias», «La presidente del Tribunal Supremo alemán pide admitir la injusticia del genocidio gitano», «Beatriz Sarlo: “Me produce alarma la soledad de la presidente”» o «La presidente lanzó a Recalde e hizo guiños a Scioli y Randazzo».

    La Nueva gramática de la lengua española explica que en la mayoría de los sustantivos que designan seres animados, llamados comúnmente por esa razón sustantivos animados, el género gramatical sirve para diferenciar el sexo del referente; así, gato, de género masculino, se refiere al macho de esta especie, mientras que gata, de género femenino, a la hembra.

    Asimismo, hay sustantivos animados que se mantienen de forma invariable con respecto al género gramatical, siendo el artículo precedente el que indica el sexo del referente, como sucede con aquellos que terminan en -nte; así, se dice el estudiantela estudiante, como también el presidentela presidente, según el Diccionario panhispánico de dudas.

    Sin embargo, en la vigesimotercera edición del Diccionario de la lengua española aparece registrado el término desdoblado en sus formas para cada género gramatical, indicando que se debe usar presidente para los hombres y presidenta para las mujeres.

    Este fenómeno extraordinario fue consolidado por el uso mayoritario de los hispanohablantes; en consecuencia, aunque no es del todo equivocado utilizar la forma invariable, se recomienda utilizar preferentemente la forma femenina específica.

    Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «Según Aníbal, la presidenta monitorea todos los días la posibilidad de modificar ganancias», «La presidenta del Tribunal Supremo alemán pide admitir la injusticia del genocidio gitano», «Beatriz Sarlo: “Me produce alarma la soledad de la presidenta”» y «La presidenta lanzó a Recalde e hizo guiños a Scioli y Randazzo».

    Además, con respecto al uso de la mayúscula o minúscula de este sustantivo, al igual que todos los cargos, debe escribirse con minúscula, salvo, si es mayúscula condiciona por la puntuación.

El ratio y la ratio, ambas válidas

    La palabra ratio significa ‘razón o relación entre dos cantidades o magnitudes’ y es de género femenino (la ratio), aunque, por influjo de la -o final se usa frecuentemente en masculino (el ratio), especialmente en el saber de la economía, según el Diccionario panhispánico de dudas.

    En los medios de comunicación es frecuente encontrar frases como «El ratio de un recurso básico de cuidados paliativos (formado por un médico y un enfermero) por cada ochenta mil habitantes garantizaría una cobertura de calidad para toda la población» o «Aragón necesita siete recursos más de cuidados paliativos para cumplir la ratio recomendada».

    En el Diccionario de la lengua española se recoge el término como femenino, razón por la que es la preferible, pero tanto el Diccionario panhispánico de dudas como el Clave lo recogen como ambiguo, es decir, que puede tomar cualquiera de los dos géneros gramaticales.

    Por tal razón, no es censurable la forma en masculino; así, los ejemplos anteriores están bien escritos.