La presidenta, mejor que la presidente

    El término presidenta es la forma válida y preferible para referirse a las mujeres que ostentan ese cargo.

    En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como «Según Aníbal, la presidente monitorea todos los días la posibilidad de modificar ganancias», «La presidente del Tribunal Supremo alemán pide admitir la injusticia del genocidio gitano», «Beatriz Sarlo: “Me produce alarma la soledad de la presidente”» o «La presidente lanzó a Recalde e hizo guiños a Scioli y Randazzo».

    La Nueva gramática de la lengua española explica que en la mayoría de los sustantivos que designan seres animados, llamados comúnmente por esa razón sustantivos animados, el género gramatical sirve para diferenciar el sexo del referente; así, gato, de género masculino, se refiere al macho de esta especie, mientras que gata, de género femenino, a la hembra.

    Asimismo, hay sustantivos animados que se mantienen de forma invariable con respecto al género gramatical, siendo el artículo precedente el que indica el sexo del referente, como sucede con aquellos que terminan en -nte; así, se dice el estudiantela estudiante, como también el presidentela presidente, según el Diccionario panhispánico de dudas.

    Sin embargo, en la vigesimotercera edición del Diccionario de la lengua española aparece registrado el término desdoblado en sus formas para cada género gramatical, indicando que se debe usar presidente para los hombres y presidenta para las mujeres.

    Este fenómeno extraordinario fue consolidado por el uso mayoritario de los hispanohablantes; en consecuencia, aunque no es del todo equivocado utilizar la forma invariable, se recomienda utilizar preferentemente la forma femenina específica.

    Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «Según Aníbal, la presidenta monitorea todos los días la posibilidad de modificar ganancias», «La presidenta del Tribunal Supremo alemán pide admitir la injusticia del genocidio gitano», «Beatriz Sarlo: “Me produce alarma la soledad de la presidenta”» y «La presidenta lanzó a Recalde e hizo guiños a Scioli y Randazzo».

    Además, con respecto al uso de la mayúscula o minúscula de este sustantivo, al igual que todos los cargos, debe escribirse con minúscula, salvo, si es mayúscula condiciona por la puntuación.

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