Cuando se quiere hablar de los hijos, los nietos, los padres, los abuelos, etc., de una persona, se habla de descendencia y ascendencia, pero no son sinónimos.
Sin embargo, en ocasiones pueden encontrarse frases como «Cuando un editor alemán pidió a Tolkien una prueba de descendencia aria», «Descendencia genética de latinoamericanos influye en su autopercepción», «Mis Alemania 2013 tiene descendencia peruana» o «América Latina: científicos estudian descendencia genética».
El término descendencia está definido como ‘conjunto de hijos, nietos y demás generaciones sucesivas por línea recta descendente’ por el Diccionario de la lengua española.
En los ejemplos anteriores, es evidente que no quieren referirse a las generaciones siguientes de quien se habla, sino a las generaciones anteriores, por lo que el término adecuado es ascendencia, definida como ‘serie de ascendientes o antecesores de alguien’.
Así, habría sido preferible escribir «Cuando un editor alemán pidió a Tolkien una prueba de ascendencia aria», «Ascendencia genética de latinoamericanos influye en su autopercepción», «Mis Alemania 2013 tiene ascendencia peruana» y «América Latina: científicos estudian ascendencia genética».
Además, los respectivos adjetivos son descendiente y ascendiente, no *descendente ni *ascendente.